Black Glitter Pointer

viernes, septiembre 5

Escribiendo a las dos y media de la mañana mientras me muerdo el labio inferior una y otra vez. Suspiro. Mójate los labios. Sigue. Decía que cuando estaba tumbada era más bonita, porque el pelo se me retiraba de la cara, no necesitaba maquillaje.

Apenas oigo un perro ladrar, el reloj dando los cuartos y algo extraño haciendo un ruido extraño, pero sigue haciendo calor. Percibo todo oscuro y tengo un montón de conversaciones a las que contestar. Suspiro. Sigue. No tiene ganas de nada. No quiere ver a nadie y que todos la molesten. Ahora se ha callado el perro y yo también necesito descansar.

Buenas noches.


miércoles, septiembre 3

En Septiembre hay que hablar del amor.

Digamos que el amor es como una subida sin ascensor por una escalera de madera antigua hacia no se sabe qué piso. Una escalera bonita pero que cruje. Una escalera bonita hasta el tercero, pesada hasta el quinto, repetitiva hasta el octavo. Digamos que el amor es subir la escalera de la mano y con ganas, pero también subirla solo mientras crujen los escalones y al llegar ni siquiera espera nada en la nevera. Digamos que el amor es subir y bajar, subir y bajar y subir y bajar una escalera. Bonita. Pero que cruje. Pero bonita. Digamos que en esta eternidad de espera del transbordo de esta vida, me ha dado por comparar una escalera de un portal que no conozco con el amor, cosa que tampoco es muy complicado, porque el amor se puede compara seguramente hasta con una tortilla de patatas. El mío, con cebolla. 

viernes, julio 11

Te vi pasar fugazmente y pedí un deseo.

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la media exacta.
Para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.



Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven
no madures demasiado deprisa
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor
y es necesario que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras,
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que acaricies a un gato,
des de comer a un pájaro y oigas a un jilguero.

Deseao también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la acompañes
en su crecimiento.
Para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo además, que tengas dinero.
Porque es necesario ser práctico.
Y que por lo menos una vez al año
pongas algo de ese
sólo para que quede claro
  quién es dueño de quién.

Te deseo también que
ninguno de tus defectos muera,
pero que si muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes hablen sobre amor
 para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo nada más que desearte.
        O algo así era.

viernes, junio 20

Debería ser más.

Debería ser más valiente
admitir que todavía me giro
cuando me dedican una sonrisa subliminal
que no me asusto si me agarran de la mano
que todavía me sonrojo
si me guiñan el alma
que siempre dejo mi casa pensando que
esta noche no dormiré ahí.
Ser un poquito menos cobarde
y reconocer que me pierdo en las fronteras
de unas piernas largas
que la invitación no es a la copa
sino a jugar un rato a ser animales
sin pretensiones
sin complicaciones
sin que me hagan el desayuno
y me lo traigan para que se enfríe a la cama.
Sin tus besos de buenos días
Sin tus polvos de buenos recuerdos
Lo dicho
Que debería ser más valiente
Y admitir que todavía juego
a ver quién me quiere esta noche
a sabiendas de que no habrá forma
de que vuelvas a ser tú.

miércoles, mayo 28

Gacela III.

La noche no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.  


Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.

domingo, mayo 11

Hace unos meses, descubrí un grupo de personas que dibujaban precioso. Me mostraron diferentes técnicas, diferentes artilugios. Cómo mezclar grises, y hacer sombras, decolorar con acuarelas y jugar con las luces de los lápices blandos, mascar los tonos como diría ella.
Y estoy deseando que llegue ya verano, para poder concentrarme en lo que verdad me gusta, poder dedicarle los días que haga falta a un lienzo hasta llevarlo casi a la perfección, esta vez dando un paso más. Dejar en un rincón todo el polvo del invierno, el otoño y la primavera, y no pensar en nada más que en los colores, los paisajes.
Porque ya me he cansado de rezar por ti sin creer en Dios. De que las palabras de J, del chiquitín, de T y de búho sean mi única cuna, ha llegado el momento de cambiar mi mundo.

martes, abril 29

Jueves.

Creo que, necesito gritar mucho,
hace tiempo que no deseaba algo con tantas fuerzas
y mira que me quedan pocas.
Pero es que ahora,
tengo más ganas de que vengas a romperme que nunca.

Es que mira,
me han mirado millones de pupilas,
pero las tuyas,
que no sé ni de qué tono se rodean
es que ni verdes,
ni azules,
así como grises,
dejando un anillo amarillo que ruge como si fuera una bestia.

Y cuando sonríe, (que no lo hace del todo)
porque deja el labio entreabierto
ni mucho,
ni demasiado,
enseñando los dientes un poquito,
y mordiéndose el labio cuando está nervioso
o acariciándose la nuca (con las yemas de los dedos)
mientras me aprieta la cadera,
o me abraza,
o me besa
o me recorre el cuello, presionando,
como sólo la angustia sabe.

Como cuando respira con fuerza,
en el momento en el que todo se pone de nuestra parte,
cuando se sube, me sube a mí también
y es como si me llevara al cielo
y me tirase en paracaídas
cayendo rápido
pero a la vez deprisa
gimiendo de frío
y tiritando de calor
disfrutando del trayecto
mirando el paisaje
arañando la espalda de las colinas
respirando aire virgen
y derrochando testosterona.

Porque no hay nada que dé más placer
que además de que una persona
te provoque, encima (o debajo)
también
           te provoque
                  las ganas
                      de escribir.

martes, abril 22

Valores decrépitos.

Gritar desde el silencio es tan inútil como escribir para una persona que nunca te va a leer.
Y sin embargo lo hacemos.

Recuerdo a esa chica que siempre va derruida por dentro, que mira con desprecio por encima del hombro. Bien sé lo que le ha tocado vivir, bien sé que se quiere adelantar. ¿Adelantarse a qué?

Vive con esa preocupación, vive intranquila creyendo que la felicidad no existe para ella.
Prefiere encontrarla pronto y mal que tarde y correspondida. Y así le va, que su corazón parece un cristal hecho añicos... quizá por eso cuando se acercan se corten.

-Esto a ti no te atañe-, como diría ella.

sábado, abril 19

Defensa de la alegría.

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y de las definitivas

defender la alegría como un principio    
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y los canallas
de la retórica y los paros cardíacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y de las lástimas
del azar
                   y también de la alegría.




miércoles, abril 16

Ébola.

Queda poco para que empiecen a redoblar los primeros tambores. 
Espero que esta Semana Santa no llueva, siempre pasa lo mismo. Recuerdo que en varias procesiones hemos tenido que llegar corriendo a la Plaza, de noche, calados hasta los huesos.

De hecho esta tarde, me ha despertado la lluvia golpeando los cristales, y se ha alargado hasta la caída de la noche. Verdaderamente, la lluvia (aunque cese) me quita las ganas de salir, por mucho que me han insistido yo me he empeñado en decir que no podía. Ahora pienso en que mis amigos mientras estén en la feria, y pasándolo bien, yo estoy escribiendo aquí. Como la mayoría de veces nos pasa.

He estado un rato hablando con cierta persona, y sí, me ha dicho que obviamente las personas cambian, pero una vez me dijeron, que no. Que las personas no cambian, que muestran cómo son con el tiempo.

La verdad, es que, tienen razón los dos. Nuestras acciones a veces cambian el comportamiento de las personas (hacia nosotros), o incluso pueden llegar a cambiarlo hacia terceros. Pero el hecho de que una persona cambie completamente, depende únicamente de los años, la experiencia, la madurez, las despedidas, las reconciliaciones, las heridas, los silencios, toda esa mierda, tú ya me entiendes, no sé.

También me dijeron que a veces las personas se alejan por tu bien, para no ''hacer más daño'', pero otra persona me dijo que no, que..''quien te quiere de verdad nunca se aleja''. De hecho cada vez que escribo esa frase, resuena en mi cabeza su voz, y es una voz que no oigo hace meses.

 Y yo, ¿cómo soy?
¿Acaso no sé cómo soy?
Sé que, nunca me conformo. Cuando ya tengo lo que quiero, quiero más. Y nunca me puedo estar quieta.
Aunque ya lo tenga todo, busco eso que me hizo ganar todo lo que he llegado a tener. 
El peligro, la duda, el deseo.
Me gusta devolver favores, me gusta ayudar a quien me ayuda. A veces si te cojo mucho cariño, al igual me da por escribirte cartas de mierda en papeles de libreta, en medio de una clase. Pero ahora tengo un destinatario vacío. Creo que no he odiado a nadie en lo que llevo de vida, siempre hay algo bueno que haría por mí, aunque no quiera encontrarme con esa persona pero me esté muriendo por verla.
Han desaparecido muchas personas. Me alegro de que algunas se hayan alejado, verdaderamente, cuanto más lejos estén, mejor. No me dio tiempo a decirles adiós..ni siquiera sabía que iban a desaparecer. 
Me gustaría decirles tantas cosas...me gustaría enseñarles tantas fotos y señalar con el dedo a ese detalle del que dio tanto que hablar, esa palabra que nos dio tanto por reír, esas canciones que bailamos en un bar en el cual ahora no nos dejan entrar, en mi cumpleaños, las gominolas con forma de pececitos, la heladería a la que íbamos cada día de verano, o los bancos desde los que se veía todo el cielo del parque lleno de estrellas cuando se hacía de noche. 
Esos pequeños lugares de siempre.
Me he dejado los dedos escribiendo ante mil pantallas, me he dejado las ganas por el camino también, he pisoteado y me han pisoteado.
Se han arrastrado por mí y me he reído.
Me he arrastrado por él/ella/ellos y se han reído.
Sé curar daño, y se me da bastante bien hacerlo.
He pensado cosas peores de alguien que piensa mal de mí, y también de alguien que piensa bien.
He llegado a estaciones cuando el tren ya se había ido, pero me esperó una vida entera. 
Sé como soy.
Sé lo que he perdido.
Sé lo que he ganado.
Lo que me he dejado por el camino.
De qué sitios me he ido.
En qué sitios no me quieren.
En quién confío, y en quién no.
A quién le escribo, y a quién le dejo de escribir.
Quién me lee, y a quién leo.
Hasta qué parte de mí mostrar cuando estoy con una persona u otra.

Y no.

No
soy
como 
o
vosotros
pensáis.



El silencio nos ha dejado tocadas..




domingo, abril 6

Dear..but don't be scared.



I loved you
I really did
It took me a while to realise
this might have been
the biggest mistake I have
ever made
For you have given me nothing
but pain and heartache
even now
you still find ways
to make me hold back my tears
But I will not let it show
Because someday
I will rise above you
and show you
everything
you failed to see

lunes, marzo 31

Cosquillas.

Un anillo amarillo en sus ojos.
Los acordes de piano.
Sus dedos en mi nuca.
Sus mejillas rojas, sus nervios.
Las cuatro lunas.
Los remolinos, el perfume.
El adiós de medianoche.
Las cosquillas que le hago con mis manos frías en su piel cálida.

Enséñame a quedarme. Porque a compartir secretos, a recibir confianza, a ser yo, a no tener miedo, a todo eso ya me has enseñado.
Y no quiero irme.

sábado, marzo 29

Pearl.

She is a pyramid, but with him she's just a grain of sand.
This love's too strong like mice and men 
Squeezing out the life that should be let in 

She was a hurricane, but now she's just a gust of wind.
She used to set the sails of a thousand ships 
Was a force to be reckoned with.

She could be a Statue of Liberty.
She could be a Joan of Arc. 
But he's scared of the light inside of her, so he keeps her in the dark.

She used to be a pearl.
She used to run the world.
Can't believe she's become a shell of herself.
Cause she used to be a pearl.

She was unstoppable, move fast just like an avalanche.
But now she's stuck deep in cement.
Wishing that they never, ever met.


Do you know that there's a way out?     You don't have to be held down. 

Cause I used to be a shell 
Yeah, I let him rule my world.
But I woke up, and grew strong, and I can still go on.
And no one can take my 
                                        pearl 
You don't have to be a shell.
You're the one that rules your world.
You are strong, and you'll learn that you can still go on.
And you'll always be a pearl.


                                                                                          She is unstoppable.


jueves, marzo 27

Clases de religión y hechizos de viento, joder.

A las siete y treinta y cinco minutos de la mañana me llegaba un mensaje de él diciéndome que hacía frío.
Joder.
El puto jersey de lana, de rayas blancas y negras.

Ni frío ni hostias. Menudo sol. Y menudo aire, ese sí que me hechizaba el pelo y no estabas tú para decírmelo. Otra vez en el coche, joder. Otras seis horas de mierda. 
Mis vecinos hoy parecían estar igual de callados que siempre. Dios, que he tragado una rama bajando del coche, ¿en qué estaba pensando? 

A primera religión, joder. Todos llegan tarde, ah, es que hay huelga, y bien que me podría haber quedado hoy en la cama y no verle la cara al profesor de física. 

Y menuda clase, que me he tenido aguantar las ganas de llorar.
''- ¿Alguna vez habéis llorado por alguien a escondidas? Es que hacerlo en público derribaría tu edificio interior, no puedes hacer eso''. (Oh, claro que no, no puedes, no puedes.) ''Eso pasa por un fracaso sentimental, por haber perdido una amistad, o simplemente porque ya no está la persona en la que tanto confiabas''. (Y tanto que ya no está[n]). ''Todos hemos llorado alguna vez a escondidas, no me lo vais a negar''. (No, no te lo niego) ''Sólo se llora por lo que de verdad se quiere, o se ha querido. Las lágrimas son las que le ponen precio al amor. Por ejemplo, cuando tu abuelo murió, yo podía asistir a tu entierro, incluso si ese día me pilla de bajón, podría haber llorado. Pero quien de verdad lo va a sentir, quien de verdad va a llorar, vas a ser tú, porque tú lo querías''. (¡No me digas!).

Y me he acordado de ti. Y me he acordado de él, y de la chica que siempre llevaba coleta, y de la chica que siempre decía: me da igual.

Y he salido de clase, a la cantina. Y me lo he cruzado.
Parece que lo estéis deseando, joder. Y venía mirándome ya desde lejos.
Y agacha la cabeza.
Y coge los apuntes que llevaba entre las manos, y los aprieta con más fuerza.
Y me ha dado con ellos en el hombro, y ha sonreído. 
Y me lo he encontrado otras tres veces y en todas me ha hecho lo mismo. Todos los días se repite. Ahora existo de nuevo, ahora me vuelve a mirar. ¿Y para qué ahora? Si ahora soy yo la que intenta evitarte.
Y me mira, joder. Cómo me mira, y rezo que no lo haga.

Y no quiero, y me voy. 

Y ahí termina todo, ahí terminará siempre todo.

Y ya.
Y ya.

Y me vuelvo a casa, mascando un chicle, como si nada. 

Como si ya.

Como si aún.






domingo, marzo 23

Instrucciones para el uso del tiempo (cuando estoy contigo).


Desnudar el tiempo.
Acariciar el tiempo.


Besarnos
todo el tiempo
para que la ausencia duela menos.
Hacer con él una pelota
para jugar volando
y arrojarlo juntos
lo más lejos posible de la cama.

Pasar luego
mucho tiempo
buscando el tiempo
entre abrazos llegotarde
y besos quempezamosotravez.

Hallar más tarde el tiempo
hecho un ovillo
en un rincón de la ventana.
Junto con las responsabilidades cotidianas
y tus bragas.


Besarnos, todo el tiempo.
Para que la ausencia 
duela menos..

lunes, marzo 17

Die with me.

Enciéndete otro cigarrillo.
Dime que me amas.
Dímelo, porque últimamente hablar del amor 
hace que nos sintamos desnudos.
Así que, desnúdate.
Siéntete frágil.
No voy a romperte
porque 
si
te
partes
yo también me hago pedazos.


Y no pienses en mañana 
que no le prestas atención 
a estas ganas
que te tengo ahora.

Y que el mundo 
siga, que siga
y siga girando.

Que gire
que aquí entre tus brazos
no me mareo tanto.

Y pega tu boca a la mía 
pásame el humo,
mátame un poco más 
con un beso.

Vamos cariño,
muérete conmigo.
Hagámonos felices.

(Para C. por regalarme este pedacito de poesía)

jueves, marzo 6

Moverse despacio.

No enciendas las alarmas. Hazlo lento.
Muévete despacio para no asustar a nadie. Intenta destacar pasando desapercibido. No pises tan fuerte como para dejar huella. Hiere mientras sanas otras heridas. De vez en cuando haz de tus ojos sal, para curar cicatrices, otras haz de ellos tierra, para que alguien pueda echar raíces. Córtalas antes de que florezcan. No portes llaves, no guardes corazones. No prometas algo si sabes que no lo podrás cumplir, no acaricies espaldas con las mismas manos que un día dejaron ir a la suerte de tu vida. Así es, unas veces eres el cuchillo y otras la herida.
Sé como la nieve, bonita pero fría. No intentes que te cojan cariño, desaparece antes de que la gente lo haga, así el día que te vayas no se notará tu ausencia. No te despidas, las personas que se van para siempre nunca lo hacen. No digas adiós, eso no pone una fecha definida de llegada. Márchate antes de que te quieran, quédate solamente cuando te necesiten. 
Recuerda siempre en silencio. No digas que te vas a retirar del campo de batalla cuando en realidad no lo vas a hacer; un suicida que de verdad quiere morir lo hace sin avisar. Si lo dices es porque en realidad no quieres irte, quieres quedarte. Quieres que alguien te rescate, cuando sabes que en realidad ese alguien es quien te hace morir. No des a las personas más de lo que merecen, plantéate si ellas lo harían por ti. No sufras, no siempre se gana. Piensa en quién tiene la culpa, piensa en quién no. Razona, perdona. Nada ganas quitándote gente de en medio, por muy mala que sea. Quizá las personas que te echan de menos en verdad no quieren que te percates de ello, quizás sí se acuerdan de ti, quizá te leen. Como dijo M, si hay algo más triste que estar triste, es estarlo y no parecerlo. Más triste es echar de menos a alguien y no demostrarlo. Quizá así sean las cosas. Quizá yo también te guarde entre páginas rotas. Quizá la luna siga sola. Quizá.

La voz del silencio, quizá me escuches.

miércoles, marzo 5

Conviene saber.

Convéncete primero de que le caes simpático, de que lo pasa bien cuando sale contigo.
Llévala a casa luego, sírvele un par de copas, y, en un momento dado, mordisquéale el cuello.
Unas veces querrá pasar al dormitorio, otras alegará una indisposición, y otras te contará su vida por entregas.

Muéstrale en cada caso la dosis de cariño que te pidan sus ojos. Sé generoso siempre. Trata de conservarla como sea a tu lado.


Sin ella, sin musa, no eres nada, poeta.

martes, marzo 4

Tritono.


todo lo prohibido 
esperando que lo realices
 lo descubras 
que escuches el lamento del diablo
que te atrape
que te clave los tridentes al final de la espalda
que explotes
que llegues al orgasmo (de dolor)
que te corras

te espera un inmenso placer, ¿te atreves a tocar la melodía prohibida?


domingo, marzo 2

Arrow.


I made my life an arrow,
the tip a deadly sharpened point.
So people never came so close
that I may disappoint.
I'd sit and watch in silence,
as the world would pass me by..
Wondering how far I'd fall,
if I ever tried to fly.

You watched me with such interest,
like it was me you'd tried to find.
As though you knew all my secrets
and the thoughts within my mind
you looked like all the others
but what I did not know,
was while I'd made myself an arrow
you had made yourself a bow.
And apart we'd both been useless,
but we'd finally worked out why;
since you need someone to pull you back,
if you ever want to fly,
so you aimed me with precision..
..and I flew straight from the start,
until I landed with a solid thud
on the target of your heart.


sábado, marzo 1

Verona.

23 de Junio de 1978

- A mi querida Verona.

Ha llegado el momento de despedirnos un tiempo, hasta que me echen de la nueva casa. Aquí se juntan el olor a lluvia con un tren el día más triste del mundo. 
Cuida bien de los chicos, cuida bien de ti. Bajo el colchón dejé la pamela de los domingos, lúcela. Nunca te atrevas a decir a quién pertenece un corazón que no sea el tuyo. La oscuridad no destruye oscuridad, eso sólo lo hace la luz. Búscala. La señorita ha dicho que comenzará con las clases de misticismo, pero no dejes que te atrape.
Me ausento, esta será como una forma de comunicarme contigo. No preguntaré muy a menudo si estás bien, sé que sabrán hacer de ti una mujercita. No dejes que el señor tome demasiadas medicinas, el doctor Rogers dijo que llevaban demasiada epinefrina. Estaréis bien, no sé cómo estructurar una despedida que ni siquiera sé cuánto durará. 

La echaré de menos, señorita Verona, aunque no responda mis cartas.



sábado, febrero 22

Del 14 de febrero que cogí flores.


“Nosotros debimos estar juntos, permanecer juntos. Yo debí provocarte menos, buscarte más.
    Tú debiste quedarte. Debimos quedarnos juntos. Viajar por el mundo en mi cama, deshacer las almohadas, soñar, volar, quedarnos. Debí verte más los dientes, hacerte más reír, tomarte de la mano y nunca dejarte ir.
       Debí no haberte querido tanto, no hacerte sentir necesario, así que tal vez te hubieras quedado. Debí conocerte más antes de enamorarme, debí enamorarte más antes de quererte tanto. Debí y debiste, debimos tanto”.

jueves, febrero 6

El tiempo hiere las curas.

¿Qué ha sido de ti? Y de tus manos, guitarrista.
Hace tiempo que no te oigo levantar el vuelo, ¿ya te has cansado, pajarillo?

yo tampoco quería y mírame ahora, planeando sobre tazas de café a medio terminar, cayendo sobre las agrias aguas, hundiéndome en los posos, en los restos, en el final. ¿Qué fue de ti? Y de tus labios, gorrión. ¿Qué será de ti? Y de tus largas pestañas, pero tiempo al tiempo.
¿Qué es de ti? Y de tu frustrado viaje por el cielo, hombros enclenques.

Vuelo, vuelo, vuelo.

Tampoco quería y mírame ahora  tan cerca del vacío y tan sólo preocupada de lo que habría sido de ti.
Qué ha sido de ti, mientras clavas tu pupila en las montañas que no quieres escalar.
Qué ha sido de ti, mientras sumerges tus rodillas rojizas en la mar salada.
Qué fue de la curvatura inclinada de tu clavícula, de los inviernos personales, de las primaveras arrojadizas, de los paseos a mano armada y de tus veintidós sentidos. Qué ha sido de ti mientras respiras.

¿Sigues respirando? Porque a veces se escapa la brisa y no sé si es de entre tus labios.

sábado, febrero 1

Un guerrero.

Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.
Cuando crezcas, 
ya descubrirás que defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.

Un guerrero es siempre consciente de aquello por lo que vale la pena luchar. No entra en combates que no le interesan, y nunca pierde su tiempo en provocaciones. 

Un guerrero acepta la derrota. No la trata como algo indiferente, ni intenta convertirla en victoria. Se amarga con el dolor de la pérdida, sufre con la indiferencia y se desespera con la soledad.
Pero después de que pase todo esto, lame sus heridas y recomienza todo otra vez. Un guerrero sabe que la guerra está compuesta por muchas batallas. Y sigue adelante.

martes, enero 28

Parábola ordinaria.

¿Lo sientes? 
¿Sientes el frío clavado entre el pecho y la clavícula? ¿Sientes cómo a tu paso se les ponen los pelos de punta a los árboles? 


Y las uñas rotas, por no tener espalda donde clavarlas. Las piernas cansadas de tanto soportarte, la bandera a media (hasta) nuevo aviso. Los pechos caídos de tanto parir poesía, y las sábanas blancas para mancharlas con tu primera vez en la insistencia. “Como si el vacío que sientes pudiera saciarse con semen".
La piel como la nieve, (bonita pero fría) porque del blanco ya no hablamos. Los labios predicando a quién hablar y el cabello hecho cenizas.

¿No lo sientes? Bien, nunca pidas perdón por algo que no has hecho.
Esto, cariño, lo hizo Enero.

lunes, enero 20

Winter came.

              Ella dijo que se iría y se llevaría 
                 todo lo que fuese de ella.

                   Y en efecto, se fue y se llevó todas sus cosas, todo lo que era suyo.


 Se llevó todo.
                                           

Y no me llevó a mí.

     Y yo era suyo.

sábado, enero 18

Invictus.

Out of the night that covers me,
          black as the pit from pole to pole
I thank whatever gods may be
   for my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance
      I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
   my head is bloody but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears
     looms but the horror of the shade.
And yet the menace of the tears
     finds, and shall find, me unafraid.

It matters not how strait the gate,
      how charged with punishments the    scroll.
  I am the master of my fate:
  I am the captain of my soul.

- For those who never give up... L, Jase, C.B, N, T, me.




viernes, enero 10

Lista de compra para comprar lo que no se vende.

Déjame 
1 caracol de saliva derrapando por la cama
1 horca de tu pelo para colgar esperas
1 perfume de 2 que no se anuncie por la tele
1 poema a medio hacer
para asarlo entre los cuerpos
a fuego lento o violento.

Trae con vos
3 gritos de victoria contra la muerte y sus razones,
4 grillos que ejerzan de orquesta pero no de conciencia.
50 orgasmos sin cuenta
 total,
acá no los contamos.

10 escándalos amistosos y vecinales,
que de algo tiene que hablar la gente
cuando se queda sin nada que decir.

Llévate
2 pájaros que se esconden en tus pestañas,
porque ellos te harán volver 
aleteando deseos y mañanas.

Vení
nos queda todavía
1 galaxia de cometas por cabalgar
hasta quedar exhaustos
(nosotros y los astros).

Y por suerte
nunca
los
domesticamos.

C.S.

martes, enero 7

Recuerdos de eme.

No sé mucho de cine
ni me gustan los zoos
aunque por mi cama ha pasado
una deliciosa fauna de muchachas
y unas cuantas expertas
  en ofrecerse al espejo
     soberbias actuaciones.


Y me ha bastado
una
 sola
  noche
    contigo
y verte a cuatro patas
la cara contra el suelo
el culo desafiante
la espalda arqueada de placer
mientras rugías pidiendo más
aunque doliera

para saber

que el animal
más bello del mundo
eres tú.

Preleona.




domingo, enero 5

Aquella noche.



Aquella noche hacía frío. El aire me revolucionaba el pelo, y eso a las chicas no nos gusta. Y menos en un día como aquella noche.

Bajábamos las calles, y parecía que las luces se callaban a nuestro ritmo. Pasaron las doce y yo no estaba en casa, pero quería irme. Iba acelerando el paso, a veces cambiaba de tema, para hacer espabilar al reloj.

Me guiaba por la oscuridad, donde ya no podían oírse los ladridos de la gente. De vez en cuando sentía correrse las persianas de vecinos inquietos, pero eso era todo. Mis pies se morían, buscaba un asiento, necesitaba unos guantes.

Una hora después nos paramos en un cruce, en el corazón de la carretera, ahora ya no había tráfico. Estaba más tranquila, pero era la hora de vuelta a casa. Estábamos ahí parados, como si esperásemos salir el sol; aunque para él el sol estaba delante de sus narices.

Di media vuelta, eché a correr y me llevó en brazos hasta el centro de la calle otra vez. Esta vez me hizo gracia, porque me prometió que me haría sentir la adrenalina. Lo único que se me ocurrió decir es que hacía frío.
Se despidió de mí con un beso en la mejilla y retomé la carrera hacia casa que había dejado a medias.
Aunque llegué con los ojos rojos, mamá no se dio cuenta.
Esa noche llevaba llaves.

- Y así fue como llegué por primera vez cinco minutos tarde a casa - dijo mientras terminaba de desenvolver su regalo de navidad - un poco menos congelada.


jueves, enero 2

Si hoy volvieras.

Si hoy volvieras
con los ojos cargados de promesas, 
con las manos cargadas de caricias;
si hoy volvieras
con la mente ya limpia de traiciones,
con el alma ya limpia de rencores,
¿qué podría yo darte? 
Mis ojos ya vieron muchos paisajes,
mis manos ya se han hastiado de caricias,
tu imagen se ha borrado de mi mente
y tengo un alma nueva cada día...
Si hoy volvieras a amarme,
serías en mi vida un pobre extraño...
para el perdón, el tiempo no ha corrido,
pero para poder amarte ya es muy tarde.