Black Glitter Pointer

martes, mayo 19

Y qué no sería para ti.

Seré tu chupetón en tu cuello,
seré tu compañero, seré tu evasión,
seré tu camarero, seré tu camello
seré tu baile desinhibido, tu diversión

Seré tu amante infeliz,
serás mi amante infeliz
seré tu desliz y mi desliz
seré tu conversación de madrugada
seré tu intento de estar enamorada

seré tu beso en el parque
cogidos de la mano
viendo las hojas de los árboles caer
esas hojas eran como nuestros sueños


seré ese pez en el estanque
soñando en un día de verano
con nadar en un río y por el descender
sin que nadie me alimente, sin dueño

seré los labios que muerden tus pezones
seré tus placeres de mis perversiones
Seré los dedos que acarician tu vagina
seré tu huida del mundo, tu escapada de la rutina

Seré el cigarrillo de después,
seré la tranquilidad de tu pecho,
seré el deseo satisfecho,
y seré... la pérdida del interés,

Seré  tu sonrisa amarga
seré  tu apatía, tu carga
seré  tus palabras de despido

seré tu olvido

martes, febrero 24

Primer paso.

La indeferencia.

Todos tenemos un lienzo desnudo, cubriendo nuestro cuerpo. Al menos así lo vemos los que nos pasamos todo el día con un lápiz en la mano. El problema viene cuando no hay nadie que lo dibuje, cuando se queda en blanco. Es esa sensación de, cómo diría yo.

De atravesar toda la gente que se interpone en tu camino. Eso de no querer permanecer en la misma esquina de la puerta giratoria con un desconocido cuando vas a la oficina porque piensas: hostia, qué mal huele. Eso también.
Cuando rompes el diccionario de palabras secretas que tenías con tu compañero de mesa un día que el profesor no te dejaba hablar, irrelevante para todos menos para ti. Cuando escuchas esto mientras ves fotos de Dara, o dibujos de Albert. Cuando todas las 365 ''espinitas'' que tenías rodeando tu cuerpo, de repente explotan y se clavan, y el ardor es insufrible, que es la misma sensación que te produce mirar a los ojos a una estatua y pensar; qué eterno tiene que ser estar ahí todo el día de pie.